Con la búsqueda de un tema sobre el que escribir en el blog dando vueltas por mi cabeza e intentando superar ese monotema que tan obsesionado tiene al Sr. Eduardo, finalmente, y mientras buscaba alguna peli buena para ver, se me ocurrió la idea de hacer un panfleto memorístico-reivindicativo sobre aquella saga que tan celebrada fue en la casa de Charles (no, entonces no estaba en el bar), si, me refiero como no, al inolvidable Jaimito.
El argumento generalmente era el mínimo y las películas se basaban en el binomio tetas & mierdas que hizo furor allá por nuestra tierna infancia. El protagonista era un señor que disfrazado de niño, algo así como el Chavo del ocho pero en salido, que se dedicaba a representar una serie de chistes y gags, nada complejo pero que hacía descojonarnos a todos cada vez que Telecinco las repetía entre “Mama Chichos” y las “Chicas Chin-Chin” o que Victó decía aquello de "tengo una nueva cinta de Jaimito".
Actualmente Telecinco ha cambiado estas películas por los miles de Grandes Hermanos que ocupan su parrilla televisiva y descansan junto ha la colección de la pareja Pajares y Esteso o las posteriores del Condemor en alguna estantería del algun productor ejecutivo hasta que alguien se de cuenta de que esto molaba tanto o más como el resucitado Humor Amarillo o Pressing Catch.
Por eso no quiero dejar de reivindicar las películas de Jaimito como parte nuestra formación durante nuestra etápa pre-adolescente y la necesidad de que las generaciones venideras se eduquen en esos valores que ni la escuela, ni sus padres jamás les enseñaran.
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